Este joven cultivó una tierra estéril durante 10 años hasta convertirla en un bosque lleno de vida

Punshilok Solarpedia

En los últimos años, se han conocido muchos casos de personas que se han unido por una causa común. Sin embargo, estas acciones suelen ser llevadas a cabo por una ONG internacional o por medidas gubernamentales de cada país. Pero la historia de Moirangthem Loiya Ngamba, un joven indio que habitaba en la región de Punshilok, es una excepción a lo que tenemos acostumbrados.

En poco más de una década, Punshilok se ha transformado de una colina árida y seca a un bosque verde repleto de vida. Y esto ha sucedido gracias al incansable esfuerzo de un grupo de jóvenes que estaba decidido a restablecer el equilibrio ecológico que originalmente existía en la región.

En 2003, Moirangthem Loiya Ngamba estaba buscando tierras para crear un espacio verde para las comunidades locales. El apasionado amante de la naturaleza, había fundado recientemente su ONG, Wildlife and Habitat Protection Society (WAHPS), para conservar la rica riqueza natural de la región.

Fue durante este tiempo que un agricultor de las estribaciones de Langol Range sugirió una visita a una colina cercana, Punshilok. Con un nombre que literalmente significa ‘Primavera de la vida’, esta colina había sido una vez un bosque importante. Sin embargo, años de deforestación, incendios forestales y la utilización indiscriminada de los recursos forestales por parte de los aldeanos la habían dejado estéril.

El milagro de Punshilok

Cuando Loiya llegó a Punshilok, este era un terreno desolado, cubierto de rocas y sin nada de valor que pueda crecer ahí, excepto algunas malas hierbas silvestres. Pero de alguna manera, sabía que esta era la tierra que había estado buscando.

Con la ayuda de algunos amigos, Loiya comenzó limpiando el área de malezas. Luego, limpiaron arroyo cerca del sitio, convirtiéndolo en una buena fuente de agua potable. Esto fue seguido por una importante campaña de reforestación, con niños y niñas trabajando incansablemente para enverdecer Punshilok.

Para asegurarse de que los árboles jóvenes fueran cuidados y protegidos correctamente, Loiya decidió hacer de Punshilok su hogar. Construyó una pequeña cabaña para él y vivió en la colina, solo, durante los siguientes seis años. Bajo su cuidadosa atención, una exuberante vegetación se extendió por la tierra, dándole vida.

La cabaña de Loiya

Cuando los animales salvajes comenzaron a regresar al bosque, Loiya contrató cuidadores para prevenir la caza, la caza furtiva y la deforestación. Para proteger a Punshilok de los incendios forestales, cada noviembre, él y sus amigos de WAHPS acampaban en la colina y hacían líneas de fuego (brechas en la vegetación que actúan como una barrera para frenar o detener el avance de un incendio forestal) en el bosque.

Hoy, Punshilok es un bosque próspero que alberga varias especies de animales salvajes como pangolines, ciervos ladradores, puercoespines y varias especies de aves. Hay más de 200 especies de plantas, incluidas orquídeas, hierbas y variedades medicinales, y más de 20 especies de bambú que crecen en el bosque. Además, de la importante fuente de productos forestales para los lugareños, el bosque también ha mejorado el microclima y ha aumentado el nivel freático del área circundante.

¿Cómo lleva su ONG Loiya actualmente?

A lo largo de los años, WAHPS ha crecido a pasos agigantados bajo la guía de Loiya para establecerse como una importante organización de conservación de la naturaleza. Desde campañas de plantación de árboles hasta rescates de animales, ha organizado muchas actividades relacionadas con el medio ambiente con participación local. La ONG también ha construido algunos refugios ecológicos, donde los visitantes y voluntarios pueden quedarse o descansar después de trabajar duro en el bosque, y una pequeña cocina (a cargo del cuidador) en Punshilok.

Loiya siente que la transformación exitosa de Punshilok de una tierra estéril a un bosque próspero es un ejemplo que puede inspirar a las personas, grupos y organizaciones que visitan el bosque. Entonces, ahora está trabajando para aumentar la conciencia sobre por qué un ecosistema saludable y que funcione bien es importante para la economía local.

“La conciencia es la clave. Muchas personas en Manipur son pobres y, para sobrevivir, se ven obligadas a explotar el medio ambiente. Esto sólo puede cambiar cuando les inculpemos que, al causar daño al medio ambiente, solo están reforzando su pobreza, no eliminándola”, concluye el trabajador que ha vuelto verde la colina árida.


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