Este proyecto consiste en una residencia privada ubicada en la isla de Awaji en un sitio de 1000 metros cuadrados. La casa comprende un programa funcional para una sola familia, con un diseño en espiral y un horno ubicado en el centro. La estructura del techo se eleva desde los bordes hacia el centro, lo que permite que el aire del horno pueda calentar la estructura durante el invierno y promover un flujo de aire continuo del viento durante el verano.
Inspirándose de los métodos de construcción tradicionales de la región, todas las paredes fueron acabadas en una celosía de bambú cubierta con tierra. Para construirse el piso se utilizó una técnica llamada Tataki. La misma consiste en la utilización de tierra compactada, resistente y conformada por tierra, cal y agua, que es fraguada hasta solidificación.
El techo verde es un jardín en espiral dónde albergan diferentes plantas. El agua de lluvia que le es alcanzada desciende a través de la espiral canalizándola hacia un depósito mientras empapa las plantas. El agua del estanque enfría los vientos de verano antes de entrar a la casa.
El paisaje de todo el sitio se planeó como un ciclo cerrado, que incluye un sistema de generación de energía que también funciona como un área de juegos para los niños: un horno al aire libre, un baño y un inodoro de compost. Con el paso del tiempo, se espera que este proyecto se fusione con la naturaleza, asemejándose a un organismo natural en armonía con el medio ambiente.