Imagina por un momento que los seres humanos pudiésemos solucionar todos los problemas de sostenibilidad de nuestros tiempos actuales ¿Cómo crees que luciría ese mundo hipotético que logramos alcanzar? El subgénero de la ciencia ficción, Solarpunk, nos dará una respuesta a esta pregunta.
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Solarpunk es un subgénero literario concebido dentro de la ciencia ficción especulativa y que surgió a principios de la década del 2010. A pesar de ser un fenómeno relativamente reciente, este ha madurado lo suficiente hasta convertirse en un movimiento artístico y sociocultural, y no tan solo literario. Solarpunk se desenvuelve bajo la siguiente premisa:
¿Cómo se vería el futuro si la humanidad lograra resolver sus problemas de sostenibilidad actuales, como el cambio climático y la desigualdad social?
A diferencia de otros subgéneros de la ciencia ficción, como el Cyberpunk (o Ciberpunk), que tienden a presentar escenario distópicos y pesimistas, Solarpunk busca distanciarse apostando por escenarios más optimistas o utópicos orientándonos a crear un mundo mejor.
Dentro de la iconografía S❍larpunk se suele imaginar sociedades que adoptan formas de vida de baja tecnología, como la permacultura o la cultura del bricolaje. Pero no por ello, este subgénero necesariamente abraza el primitivismo. Por el contrario, la estética rudimentaria del S❍larpunk convive en perfecta armonía con escenarios de alta tecnología. Solo que, a diferencia del tiempo presente, esta tecnología se pone al servicio de los seres humanos y el medio ambiente. Tecnología Adecuada sería el término correcto para definir la ambientación S❍larpunk, consecuentemente, se opone al consumismo desmedido y a las tecnologías contaminantes.
Al ser un movimiento literario relativamente reciente, S❍larpunk no cuenta con muchas obras de renombre de las cual inspirarse. Sin embargo, su estética e iconografía se encuentran actualmente en constante evolución.
Al igual que otros de sus subgéneros adyacentes, Solarpunk debe su nombre a la fuente de energía predominante de sus escenarios de fantasía. Así como la tecnología a vapor es la predominante en el Steampunk y los motores de combustión interna a base de diésel en el Dieselpunk, la energía solar y sus derivadas (como la energía eólica, biomasa, etc) es la fuente predominante dentro de los universos S❍larpunk.
Por otro lado, el sufijo “punk” deriva de su cualidad antisistema en referencia a su oposición del status quo del momento presente.
Las primeras ideas de S❍larpunk como un género literario se remontan al año 2008. En ese año, un blog de nombre Republic of the Bees publicó un artículo con el título “De Steampunk a Solarpunk”. Aquel se convertiría en el primer antecedente donde se haría mención de este nuevo género literario. En dicho post se conceptualiza al S❍larpunk inspirándose en el Steampunk.
S❍larpunk tuvo algunos precursores literarios prototipos surgidos en décadas anteriores. Algunos de estos son obras como:
Todas estas novelas se caracterizaban por poseer una visión de futuro ecológicamente optimista.
Sin embargo, el nacimiento oficial del S❍larpunk como género literario tendría lugar en el año 2012. En dicho año, se publicó la primera antología de origen brasileña bajo el nombre de “Solarpunk: Histórias ecológicas e fantásticas em um mundo sustentável”. Dicho libro está compuesto por una serie de cuentos cortos con una perspectiva optimista sobre el futuro. Posteriormente, la obra sería traducida al inglés bajo el nombre de “Solarpunk: Ecological and Fantastical Stories in a Sustainable World” en el 2018.
Posteriormente, la popularidad del Solarpunk continuó creciendo con los aportes de otras personalidades de internet. En el año 2014, la artista Olivia Louise estableció un ejemplo de estética Solarpunk, en su blog de Tumblr, con algunas de sus ilustraciones. En septiembre de ese mismo año, el autor Adam Flynn publicó “Solarpunk: Notas hacia un manifiesto”, y por su peso en el ámbito literario, consiguió definir los valores que circunscriben al movimiento, hecho que posteriormente llevarían a la creación del “Manifiesto Solarpunk”.
Ya en la actualidad, Solarpunk continúa extendiéndose y ganado seguidores incluso llegando aparecer en varias investigaciones académicas y periodísticas. Se espera que continúe evolucionando como fuente de inspiración para creación de más obras literarias.
Actualmente, hay un intenso debate sobre si el subgénero de la ciencia ficción que representa Solar punk debería considerarse como estrictamente utópico. Algunos abogan a que este podría incluir algunas matices distópicos como ocurre en otros subgéneros, como el Cyberpunk o Dieselpunk. El origen de esta confusión reside en si el concepto de utopía es realmente alcanzable. O si los seres humanos, como especie defectuosa que somos, imposibilitaríamos alcanzar la meta mencionada sin eventualmente caer en degradaciones.
Si bien no hay conclusiones definitorias para este dilema, lo cierto es que el movimiento literario Solar punk, en sus inicios, surgió como una respuesta a las advertencias de los escenarios catastrofistas que le deparan a la humanidad si continuaba por el mismo camino. Y no tanto como una doctrina filosófica que buscaba la utopía.
Tómese, por ejemplo, el fenómeno del cambio climático. En las últimas décadas, ha habido una gran proliferación de películas, series de televisión y novelas apocalípticas, donde se nos muestran escenas de ciudades desbastadas por fenómenos climáticos extremos como huracanes o inundaciones, bosques y selvas en llamas o erosiones masivas de suelos que provocan enormes hambrunas.
Todos estos escenarios de porno-tortura humana podrán parecerle satisfactorio para quienes crean que nuestra especie se merece este destino por su pésimo comportamiento con la naturaleza, pero a la larga esto no solucionaría el problema en el que nos encontramos. Por el contrario, el preferir la decadencia de la humanidad en lugar de comprometerse a tomar medidas para rescatar el futuro del nuestro planeta denota nihilismo e indiferencia, algo característico de géneros literarios distópicos.
Para liberarse de este letargo hay que empezar a proponer ideas radicales sobre cómo se podría alcanzar un mundo sin emisiones y que sea plenamente sostenible. Solar punk surgió precisamente para dar la respuesta a esta pregunta. Cada vez son más los pensadores visuales que evocan futuros alternativos para brindarle esperanza a la humanidad. Este futuro que se propone no tiene por qué ser utópico, pero sin duda DEBE ser uno mejor.
Adicionalmente, si el futuro hipotético propuesto por el movimiento S❍larpunk se alcanzase y el cambio climático ya dejase de ser un problema para fin de este siglo, es de esperarse que la humanidad tenga que hacerles frente a otros nuevos problemas que surgirán como consecuencia de su progreso o de su imperfecta concepción como especie. Especulativamente, podrían surgir nuevos conflictos en relación con políticas de modificaciones genéticas sobre la especie humana, algo que es defendido por los transhumanistas, o cómo se librará el reparto de los planetas durante la colonización espacial. Estos son algunos escenarios especulativos por solo mencionar.
Profundizando un poco más sobre los subgéneros de ciencia ficción Cyberpunk y Solarpunk, además de las evidentes diferencias estéticas, la fragmentación clave entre estos se encuentra en la forma en la que se hace frente a los problemas del futuro. Mientras que un género se decanta por la búsqueda de soluciones, otro se centra más en las advertencias.
El Cyberpunk se centra en dar advertencias a sus espectadores mostrándonos escenarios crudos de miedo y desesperación. Este subgénero nos invita a que reflexionemos sobre el camino que está tomando la humanidad para que esta opte por tomar un cambio de rumbo antes de que sea demasiado tarde.
A nivel de estructuración social, los universos Cyberpunk son generalmente representados como centros urbanos hipercentralizados y densamente poblados con sistemas económicos dominados por grandes corporaciones, al mismo tiempo que la automatización masiva de los procesos productivos ha dejado a un enorme grueso de la población sin trabajo estable y viviendo al borde de la subsistencia creándose, en consecuencia, una brecha enorme entre ricos y pobres.
Ante este panorama, muchos individuos comienzan a ver el escapismo como una idea atractiva mediante la inmersión en realidades virtuales o enamorándose de inteligencias artificiales. Adicionalmente, los avances radicales en la robótica han difuminado las barreras que separan a los humanos de los robots, hasta extremos en los que incluso el ser humano se ha conseguido fusionarse con la máquina.
El Solarpunk, por el contrario, se centra en ofrecer soluciones. Este subgénero asume que los problemas ya están presentes en nuestra realidad, y por ello, concentra la mayor parte de su literatura en buscarles soluciones. En lugar de optar por mostrar escenarios desesperanzadores repetidos de películas de cine catástrofe, prefiere avanzar enfocándose en las soluciones a los problemas que tenemos actualmente haciendo uso de la creatividad y el activismo.
A nivel de estructuración social, al contrario del Cyberpunk, los universos S❍larpunk son generalmente representados como diversas comunidades locales descentralizadas y económicamente simbióticas, dónde cada una se ayuda entre sí cuando se sufre la carencia de algún recurso.
La tecnología ha dejado de monopolizar todos los aspectos de la vida humana y no humana, y, por el contrario, se ha puesto al servicio del medio ambiente para garantizar su sostenibilidad y proliferación a través de, por ejemplo, arquitectura sustentable, procesamiento de residuos con biotecnología, nanotecnología para crear materiales más ecológicos, sistemas integrados de cultivo, aeroponia, hidroponía, etcétera. En definitiva, el ser humano aprende a convivir armónicamente con la naturaleza haciendo uso de la tecnología para empoderarlo.
Sea cual sea el escenario literario, la tecnología juega un rol fundamental en la construcción del mundo. Sin embargo, la incógnita al fin de cuentas sería ¿Por cuál versión del futuro abogaremos? Para que la humanidad evite desembarcar en un futuro Cyberpunk, tal vez necesitaría dejar de ver a la tecnología como un fenómeno extraño que lo separa de la naturaleza, y en su lugar comenzar a percibirla como un fenómeno emergente y un subproducto inevitable de todos los sistemas naturales.
En conclusión, el objetivo de la filosofía Solar punk no debe ser solo desear un futuro mejor. También debe propagar una serie de valores y enfoques que nos permita seguir avanzando con nuestro progreso, sin sacrificar nuestra propia humanidad y conexión con el mundo natural en esa búsqueda.
Es interesante denotar cómo, en sus inicios, el subgénero literario del Solar punk se inspiró del Steampunk para convertirse en lo que es ahora. Y puede que esto se deba, en parte, a las similitudes entre ambos. El aspecto principal que se detecta es la añoranza por los tiempos en que las cosas eran más sencillas y emocionantes.
Cómo ya hemos mencionado anteriormente, el género de ciencia ficción y fantasía llamado Steampunk describe futuros o mundos alternativos en los que la tecnología que funciona a vapor nunca fue sustituida por las que funcionan en base al petróleo, ni tampoco los dispositivos mecánicos accionados por engranajes nunca fueron reemplazados por sistemas eléctricos o digitales (que se idearon tiempo después con el descubrimiento del petróleo).
En consecuencia, lo interesante del los universos Steampunk aparece cuando se combinan tecnologías de la edad moderna con las de la era victoriana. Un ejemplo de esto son las computadoras que no se basan en la electrónica actual sino en el desarrollo continuo de la mecánica de Charles Babbage inspirada de su famoso invento: la maquina diferencial.
En el género Solar punk también se combina tecnología moderna con tecnología antigua, como, por ejemplo, casas vernáculas construidas con materiales locales pero que son abastecidas con energía solar con la ayuda de paneles solares o domos geodésicos que custodian plantas tropicales de permacultura.
Pero a diferencia del Steampunk, donde el enfoque de la tecnología a vapor sirve como guía para imaginar mundos alternativos, en S❂larpunk el interés por las tecnologías más antiguas está impulsado por la búsqueda de la descarbonización de la economía mundial, si el petróleo dejara de ser una fuente de energía barata, lo mejor sería traer de vuelta tecnologías antiguas que se basan en otras fuentes de energía, como energía solar y energía eólica, que al fin y al cabo siempre estuvieron disponibles y ser humano les ha dado usos interesantes desde su nacimiento como especie.
Sin embargo, otra diferencia importante entre Solarpunk y Steampunk es que, no necesariamente las ideas y tecnologías S❂larpunk tienen que quedarse en el imaginario colectivo como ocurre con su otro género hermano. S❂larpunk en lugar de gastar su energía en imaginar mejores tiempos pasados, prefiere dirigirse plenamente hacia el futuro y buscar activamente formas de hacer su mundo realidad.
Este camino no será fácil, porque muchos aseguran que la transición hacia las energías renovables (renewable energy) se alcanzará luego de incesantes luchas políticas contra corporaciones corruptas que se niegan al cambio, pero, así como la era de la que se inspira el Steampunk acabó en el siglo XIX, se puede soñar que la era Cyberpunk acabará en algún momento del siglo XXI.
La estética Solarpunk tienen un estilo muy característico ¿De dónde exactamente se han inspirado sus artistas para darle su forma tan particular?
La estética Solar punk está muy visualmente influenciada por el Art Nouveau. El Art Nouveau es una forma de arte que fue muy característica a principios del siglo XX, y cuyo objetivo era forjar una renovación del arte creando un nuevo estilo característico y romper con la imitación histórica de siglos anteriores. Si se compara esta corriente artística con el Solar punk, uno rápidamente ve las similitudes. Así como el Art Nouveau quiso romper con los estilos artísticos anteriores, Solar punk intenta romper con los otros estilos literarios muy populares por sus temas distópicos y que han forjado la cultura punk en décadas pasadas, como el Cyberpunk y el Diselpunk.
Tanto en el Art Nouveau como en el arte Solar punk predomina el uso de líneas orgánicas y sinuosas en el dibujo. En cuanto al uso de colores, si bien Solar punk no se abstiene de su libre utilización al estilo del Art Noveau, por lo general se inclina más a utilizar tonos apagados. Pero adicionalmente, y no pudiendo faltar, ambos géneros artísticos toman a la naturaleza como fuente de inspiración tanto en la elaboración de paisajes y como en el uso de los colores. En el arte Solar punk predomina el uso de tonos terrosos y los colores suaves. De misma forma que ocurre con la arquitectura y la moda Solar punk, la paleta de colores se desvía hacia tonos suaves que combinan con el entorno natural.
Con la combinación de todos estos elementos a la hora de componer sus cuadros, los artistas Solar punk imaginan futuros verdosos donde la vegetación convive armónicamente con la arquitectura humana, paisajes repletos de plantas comestibles donde personas transitan con ropas extravagantes y comparten sus cosechas. Estas sociedades se caracterizan no por tratar de derribar lo ya construido, sino por incorporar más sostenibilidad al mundo presente.
Cuando se observa imágenes que reflejan la estética Solar punk, no es de extrañarse que uno sienta una sensación de paz y equilibrio con uno mismo. El papel que juegan estas expresiones artísticas es la de transmitir un mundo que podría hacerse realidad, pero para ello habrá que cooperar con la naturaleza y dejar de someterla.
De la misma forma en que se aplica a su estética, la moda Solar punk busca incorporar comodidad y funcionalidad en la forma de vestir. Aunque en muchos artes conceptuales se muestra a la moda Solar punk con personajes vistiendo prendas extravagantes, coloridas y holgadas, este estilo de vestir NO necesariamente tiene como máxima prioridad llamar la atención.
En su lugar, esta moda enfatiza más en la necesidad del abastecimiento modesto. Como una extensión de la tendencia de Cero Residuos, para ser parte de la moda Solar punk se recomienda reparar o reutilizar artículos, en lugar de continuar con el ciclo habitual de desechar ropa para luego reemplazarla.
Esta cualidad de la moda Solar punk, le da la ventaja de volverse bastante asequible para que cualquier persona pueda integrarse a ella. Su premisa es simple: priorizar la sostenibilidad de las prendas antes de realizar cualquier compra.
La moda rápida y fugaz podrá ser la tendencia en estos tiempos, pero si se mira el panorama completo se descubrirán cosas alarmantes. La explotación desenfrenada por parte de la industria textil es completamente insostenible.
Uno ignora este hecho al deleitarse de los bajos precios que poseen las prendas favoritas de uno, pero si se le presta atención a los costos medioambientales que suponen estos niveles de producción, todo deja de ser tan bonito. Y la explotación desenfrenada junto con el consumismo desmedido es precisamente a lo que se opone los que siguen la filosofía Solarpunk.
Los seguidores del Solarpunk creen firmemente que la moda puede ser expresiva y respetuosa con el medio ambiente al mismo tiempo. Y si bien su estilo se lo asocia generalmente con tonos terrosos o florales para reflejar los colores de la naturaleza, su mensaje central sigue enfocándose en la sostenibilidad. Con este factor cubierto, de resto no está restringido por ninguna otra regla específica; esta aún puede ser expresiva en su sentido del estilo, pero siempre teniendo en cuenta los costos.
Dada la cualidad antisistema de los subgéneros literarios “punk”, como ocurre con el Cyberpunk, es fácil percibir a la tecnología como inherentemente perjudicial para el ser humano y el medio ambiente. Sin embargo, si lo que se persigue es un mundo mejor para el futuro, lleno de abundancia de alimentos y energías renovables, entonces la tecnología tiene que estar presente.
Uno de los aspectos que mejor resumen la relación entre Solar punk y la tecnología, es como esta última ha conseguido mimetizarse con el entorno y asegurar su proliferación, en lugar de funcionar a expensas de él. Los objetivos del Solar punk, como abastecerse de electricidad mediante el uso de energías renovables o vivir en un mundo sin basura y con abundancia de alimentos, nunca podrían suceder sin la ayuda de los avances tecnológicos de nuestros tiempos. A medida que la tecnología continúe avanzando, la humanidad podrá descubrir más formas de aprovechar la energía, hacer gestión de los residuos y garantizar la provisión de alimentos.
Tomemos algunos de ejemplos de tecnologías actuales que aspiran a volverse parte de la estética Solarpunk. Los paneles solares, las turbinas eólicas, los domos geodésicos que alojan plantas tropicales, sistemas de integrados de Permacultura, vehículos eléctricos, filtros nanotecnológicos que purifican agua, naves que funcionan base de células de hidrógeno, y un enorme etcétera. Si uno se pone a investigar los logros alcanzados mediante la implementación de este tipo de tecnologías en estos últimos tiempos, se notará que la ideología Solar punk no es tan descabellada como parece.
Se sabe que, dado al abaratamiento de los costos de producción de paneles solares y turbinas eólicas, ya es más barato producir electricidad por medio de estas fuentes que por combustibles fósiles, los cultivos aeropónicos e hidropónicos han alcanzado un mínimo histórico en el uso de agua y fertilizantes para crecer y generar alimentos, y dado a las innovaciones en relación con los coches eléctricos se espera que estos sean el medio de trasporte más común para el 2050.
Sin embargo, hay otras facetas de la tecnología actual que no son tan prometedoras y que deben ser erradicadas en el futuro. A nivel micro, la tecnología se ha convertido en uno de los aspectos más derrochadores de la sociedad moderna.
Uno de los aspectos más criticado de la industria capitalista actual es la competencia desmedida que lleva a altas velocidades de reemplazo de productos a ritmos sin precedentes. Y, en consecuencia, los artículos que usamos día a día ya no están hechos para ser duraderos, lo que obliga a los consumidores a continuar comprando nuevos modelos que las mismas empresas fabrican para continuar generando ganancias. Al mismo tiempo que se generan montones de basura de dispositivos obsoletos.
Los que seguimos esta filosofía debemos superar este consumismo carente de sentido. Para salvar al mundo, tendremos que abogar por hacer las compras personales con más consciencia, e incluso se debería empezar a presionar a las empresas para que comiencen a producir productos que duran más tiempo, que hagan un uso ético de los materiales y hagan una mejor gestión de sus residuos adoptando una economía circular en sus políticas. La tecnología es una parte integral de nuestro futuro y Solar punk no quiere que se renuncie a ella, sino más bien usarla responsablemente mediante tecnología adecuada.
Uno de los principales problemas que han surgido con la emancipación de la arquitectura contemporánea es la carencia de sostenibilidad en su práctica, lo que ha llevado a algunas personas a afirmar que esta vive a expensas de la naturaleza. Y en parte tienen razón. Para poder agrupar a cada vez más gente en ciudades, se tienen que eliminar cada vez más hectáreas de bosques para que sean reemplazadas por rascacielos de concreto.
La arquitectura Solar punk surge a modo de protesta frente a la contaminante arquitectura actual. Uno de los factores más importantes que persigue este movimiento, y con el que se diferencia de otros géneros, es la incorporación de la naturaleza en sus estructuras. Con esto dicho, este movimiento no busca necesariamente derribar las paredes de los rascacielos y volver a los días en que construíamos nuestras casas con paja y barro, sino más bien centrarse en el arte de la arquitectura moderna que trabaja en simbiosis con la naturaleza.
En Solarpedia hemos decidido categorizar la arquitectura Solar punk en cuatro niveles principales basándonos en disciplinas arquitectónicas prácticas (y algunas teóricas) de la vida real. Estas son la arquitectura vernácula, la arquitectura sostenible, la arquitectura biomimética y la arcología.
La arquitectura vernácula se basa en la construcción de estructuras tradicionales y autóctonas de cada región. Es el estilo más sencillo de arquitectura que incorpora a la naturaleza en su concepción. Las viviendas se construyen con materiales locales y adoptan formas estudiadas desde hace siglos.
La práctica de este tipo de arquitectura reivindica a las culturas originarias. Esto es así, porque se desarrolla a partir del clima particular del lugar y las condiciones sociales de sus habitantes.
Sin embargo, no es recomendable cuando se manejan altas densidades de población. La arquitectura vernácula es insuficiente para alojar a todo un centro urbano debido a la falta de espacio.
La Arquitectura sostenible es mucho más moderna que la vernácula. Esta se caracteriza por combinar el estilo contemporáneo de arquitectura con prácticas de preservación del medio ambiente. Otra diferenciación importante es su carácter urbanista, sus edificaciones están pensadas para alojar a mayores densidades de población.
En su diseño se tiene en cuenta el ahorro de energía, agua y generación de emisiones que contribuyen al cambio climático. Esto se realiza tanto, durante el proceso de construcción, como durante el de alojamiento.
Sin embargo, a pesar de los avances de consciencia ambiental alcanzados, esta disciplina de construcción aún se encuentra en evolución debido a que con frecuencia se pone en duda su “eficiencia verde” en algunos apartados, como la incorporación de componentes electrónicos para regular variables climáticas en interiores.
A partir de este nivel de complejidad, el estilo de arquitectura busca ir más allá que simplemente preservar la naturaleza. Aquí empieza a observarse a la naturaleza como una inspiración para resolver problemas en su funcionamiento. La extravagancia de las formas construidas extraídas de la naturaleza es lo que caracteriza a este enfoque multidisciplinario. Y sabe aprovecharla muy bien a su favor para hacerle frente a problemas de sostenibilidad de la arquitectura actual.
En respuesta a los movimientos arquitectónicos del pasado, la Arquitectura Biomimética se esfuerza por avanzar hacia cambios radicales en el uso eficiente de los recursos, trabajar en un modelo de ciclo cerrado que no necesite de una ingesta constante de recursos para funcionar y disponer de la energía solar como fuente de energía principal, de la misma forma que la naturaleza lo hace.
A modo ilustrativo, algunos ejemplos de este tipo de arquitectura son: The Eden Project, the Eastgate Center, Gardens by the Bay, the Biorock Pavilion, the Sahara Forest Project, the Biomimetic Office.
Las arcologías podrían considerarse como los edificios Solar punk definitivos. Arcologia es un término que resulta de la combinación de las palabras “Arquitectura” y “Ecología”. Esta se basa en la construcción de estructuras de grandes dimensiones que permitan un diseño urbano de alta densidad, compacto, integrado, de bajo impacto ecológico y alta eficiencia en el uso de recursos, en oposición a la expansión ilimitada de las ciudades actuales sobre un territorio.
Hasta el momento, todas las estructuras titánicas ideadas son solo hipotéticas o son algo característico de la sci fi. Por lo que deberá esperarse varias décadas para que esta disciplina avance lo suficiente como para poder concretar con la construcción de algún proyecto.
A modo ilustrativo, algunos ejemplos de Arcologías son: The New Orleans Arcology Habitat (NOAH), X-Seed 4000, Ultima Tower, Lilypad, Bionic Tower, Crysrtal Island.
Lo que en principio surgió como un simple movimiento literario más del montón, con el tiempo se convirtió en un movimiento con interesantes implicaciones políticas. La imaginación de mundos en donde reina la prosperidad y sostenibilidad a través de la literatura han dejado de ser una fantasía irrealizable para convertirse en una meta con gran interés de ser alcanzada.
Y tiene todo el sentido. Se prevé que en las próximas décadas la densidad de las poblaciones urbanas, el envejecimiento y las consecuencias del cambio climáticos continuarán aumentando dramáticamente. Esto, inevitablemente, conducirá a un agravamiento de los problemas actuales de la civilización moderna.
Los seguidores del Solarpunk se oponen a que la humanidad tenga este destino y por ello defienden la descentralización de nuestras sociedades. Sus seguidores abogan por una ruptura de las infraestructuras modernas para rediseñarlas con el fin de hacerlas más sostenibles a largo plazo. Además de hacerlas lo suficientemente flexibles para satisfacer las necesidades de todo tipo de personas. Esto implicará la reorganización de las formas de vida comunitaria, adaptándolas a los nuevos contextos climáticos, así como también una nueva y necesaria organización urbana.
Todo esto podrá sonar fácil en la teoría, pero lamentablemente no es así. S❂larpunk es consciente de que el rediseño of the world no será posible sin la voluntad de la mayoría de las sociedades. Sin embargo, no pretende tampoco imponer un orden global, sino determinar una red de conexiones y relaciones que permitan a las comunidades (and communities) descentralizadas convivir armónicamente.
Los temas y universos de cualquier subgénero de la ciencia ficción se exploran principalmente a través de la literatura. Y con Solar punk no es una excepción. Intentar solo teorizar sobre un género literario es inútil. A la larga, solo a través de la ficción se amplían los límites de cualquier movimiento punk.
Auténticas maravillas surgieron cuando se dejó fluir la imaginación hacia un sinfín de posibilidades. La literatura es una de las plataformas más destacadas para dar origen a nuevas e innovadoras ideas. Con este medio se han compartido e interpretado una gran de conjunto de entendimientos que definen el movimiento de hoy.
Cabe destacar que la literatura Solar punk se crio en medio de los movimientos distópicos del Dieselpunk y el Cyberpunk. Pero con el tiempo esta terminó por diversificándose a un género con identidad propia debido a su perspectiva más optimista sobre el futuro.
A continuación, presentamos 15 libros que tienen al S❂larpunk como temática principal o que se inspiran indirectamente de él:
Al tratarse de un fenómeno relativamente nuevo, actualmente Solar punk no posee referencias directas en películas o series, a comparación con otros subgéneros de su tipo. Sin embargo, indirectamente se han creado algunas joyas audiovisuales donde la estética y filosofía Solar punk se puede parcialmente percibir.
Tal vez, las películas animadas del estudio Ghibli sean las que más se acerquen a lo que es la esencia Solar punk. Entre estas películas, las que más se destacan son Castle in the Sky, la princesa Mononoke y Nausicaa of the Valley of the Wind. Todas sus historias se basan en la armonía entre los seres humanos y la naturaleza ambientados en los escenarios más fascinantes. Analizar este repertorio de películas es una excelente forma de comprender en lo que se basa el Solar punk. Inspiradas en historias y obras literarias reales, estas películas tienen mensajes fuertes que se transmiten sutilmente y que son fáciles de digerir para cualquier persona de la audiencia.
El estudio Ghibli ha logrado insertar lecciones de vida en historias cuidadosamente seleccionadas y envueltas en imágenes encantadoras. Los colores de sus películas son vibrantes y suaves, similares a los del Art Nouveau. Además, estas historias casi siempre terminan en un final ordenado y satisfactorio, que refleja la visión cálida y utópica de la comunidad Solar punk.
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